Un autorretrato es un dibujo que una persona realiza sobre sí misma. Realizarlo, implica que nos conozcamos más a fondo, y nuestro estado emocional es exteriorizado sobre el folio, por lo que, dependiendo del día, podríamos llegar a dibujar dos autorretratos sobre una misma persona (nosotras mismas) muy diferente. Además, he de destacar que una autorretrato no implica necesariamente un género realista, y no es un término que se encuentre solamente asociado a la pintura, sino que también se trata de un género literario. En este género literario, sucede lo mismo, en función de nuestro estado más inconsciente, surgen unas u otras palabras para describirnos.
Está demostrado que la realización de autorretratos por parte de los niños y las niñas es un hecho crucial para su desarrollo, por lo que es muy conveniente que esta actividad sea realizada por los mismos. Además de que es un acto divertido, y otra de la cantidad de maneras a través de las cuales mejoran la calidad de sus trazos y la precisión de su pintura, este le permite expresar aquello que es importante para ellos, qué es lo que le quieren transmitir al mundo de sí mismos. Le ayuda a crear conciencia sobre sí mismos, a reforzar su autoestima, y a adquirir habilidades para la resolución de problemas, puesto que estamos hablando de un proyecto artístico introspectivo.
Este efecto de autodeterminación tiene aún más resultado si se realiza este dibujo y, con los años, se le muestran la totalidad de los dibujos que ha desarrollado, para que sea consciente de su evolución, y de que seguirá evolucionando, con lo que se despiertan sus aspiraciones futuras.
Asimismo, aprovechando que se está tratando el tema del autorretrato, podría ser interesante ofrecerle información acerca de varios artistas conocidos y conocidas por los autorretratos que han realizado.
En nuestro caso, hemos realizado esta actividad en el aula de Educación Plástica, y ha sido una experiencia muy interesante. El proceso consistió en identificar la forma de nuestro rostro, dibujar nuestros ojos y cejas del modo más simétrico posible, y finalmente, dibujar la totalidad de nuestro rostro. A continuación, observamos una fotografía del resultado final.
Esta actividad me ha llevado a reflexionar sobre mi propia conciencia. Mientras me dibujaba pensaba, ¿cómo son mis ojos?, con lo cual me resultaba inevitable la idea de cuestionarme si verdaderamente creo que soy como soy, no solo a nivel físico sino también a nivel anímico; si las personas de mi entorno tienen una opinión creada sobre mi semejante a la que yo tengo sobre mí misma; o incluso a pensar en que la vida se basa en un proceso reiterado de tiempo en el que inviertes la totalidad de tu tiempo en conocerte a ti mismo, en entender qué cosas te gustan y cuáles no, y en reflexionar sobre las soluciones que planteas ante las diferentes situaciones que se te presentan en el día a día.
Porque, yo puedo pensar que me conozco, pero la vida humana es tan subjetiva que es indefinible, y eso es lo que la convierte en especial, porque si pudiéramos entender absolutamente todo sobre nuestras propias vidas y sobre todo aquello que nos rodea, ¿qué sentido tendría vivir?
Nieto, L. (2020, 17 junio). Por qué debes animar a tu hijo a que dibuje un autorretrato. Guiainfantil.com. https://www.guiainfantil.com/ocio/dibujos/por-que-debes-animar-a-tu-hijo-a-que-dibuje-un-autorretrato/
Azkarate, A. A., & Zuazu, O. U. (2018). ¿Quiénes somos y quiénes queremos ser? El retrato como recurso educativo en educación infantil. PULSO. Revista de Educación, 41, 309-333. https://doi.org/10.58265/pulso.5179
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